miércoles, 7 de mayo de 2008

La desaceleración manda al paro a otros 2.110 murcianos en abril
El desempleo sube un 3,65% en la Región, más del doble que en el conjunto del país, por la construcción y los servicios
(Fuente: La Verdad)

Los efectos de la crisis económica avanzan en el mercado laboral y están provocando fenómenos desconocidos. Murcia está saliendo especialmente mal parada, como ayer volvieron a demostrar los datos del paro correspondientes a abril. Durante el mes pasado 2.110 personas se han sumado a las listas del INEM en la Región. Es un aumento de 3,65% con respecto a marzo, lo que sitúa el número total de parados en 59.923, según informó el Ministerio de Trabajo.

Es el segundo incremento más fuerte de toda España, sólo superado por Canarias, con un aumento del 4,66%. En cuanto a la evolución interanual (de los últimos doce meses), el paro sube en Murcia un 34,75%. Un crecimiento de 15.452 personas que se convierte en el más acusado de todo el país. En el conjunto de España, el desempleo subió en abril un 1,6%

Nunca antes había crecido ese mes el desempleo en las oficinas del INEM. Por lo que respecta a la Región, el paro masculino se situó en 28.236 personas, mientras que el femenino alcanzó un total de 31.687 personas. Por sectores, el paro subió con respecto a marzo en Servicios (925 personas), Construcción (763), Industria (295), Agricultura (33), y en el colectivo Sin Empleo Anterior (94). Más inmigrantes en paroEl paro está afectando especialmente a los inmigrantes que viven en la Región.

En el INEM ya figuran 9.885 extranjeros, lo que supone un aumento de 485 personas respecto a marzo (5,16%). Del total de desempleados, 1.410 son comunitarios, y 8.575 extracomunitarios. El sector con más extranjeros en paro en la Región es Servicios (3.707 desempleados), seguido de la Construcción (3.537), Agricultura (945), el colectivo Sin Empleo Anterior (861), y la Industria (835).


Arrecia la destrucción de empleo

Los esfuerzos de los agentes sociales y de la consejería de Trabajo por recolocar a los nuevos desempleados -bien dirigidos en cuanto a la formación- van a lograr, sin embargo, escasos resultados a corto plazo. El tardío y lento despertar regional del apacible sueño expansivo se ha producido hace escasos meses, cuando ya la crisis se había metido en lo más profundo del entramado productivo, por lo que no ha habido tiempo de reaccionar ni de tener dispuestos algunos de los proyectos para impulsar las infraestructuras o los planes de desarrollo industrial. Tampoco desde el ministerio de Trabajo la diligencia ha sido extrema.

El plan de choque, una de las últimas actuaciones del ministro Caldera, llegó al final de la legislatura con importantes lagunas y desacuerdos sociales para su ejecución. Ahora, el ministro Corbacho intenta poner las bases del diálogo, de modo urgente, con patronal y sindicatos. El resto de las medidas aprobadas recientemente por el Gobierno suponen -según los expertos- un parche que va a dinamizar muy poco la economía, empezando por la rebaja fiscal de 400 euros anuales para los contribuyentes. No parece que la solución estrella de Solbes vaya a servir para otra cosa que para fomentar un mínimo ahorro familiar o para frenar levemente la caída del consumo. De cualquier manera, los efectos, como el mismo plan reactivador, parecen insuficientes para neutralizar la crisis en la que ya estamos sumidos.

El cambio de coyuntura empieza a notarse con fuerza en la parte más débil del entramado laboral de la Región: el colectivo de inmigrantes, en el que ha aumentado el 89% la tasa anual de desempleados; sin embargo, el paro, tal como van las cosas, afecta ya a cualquier trabajador y a casi todos los sectores. Es el momento de que las administraciones unan fuerzas y adopten medidas complementarias y urgentes para taponar la sangría laboral, ahora que aún estamos a tiempo.

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