jueves, 22 de enero de 2009

APEADOS DEL 'ARCO MEDITERRÁNEO'

Diego Jiménez. "Desde mi cornijal"

En la Región de Murcia, ausente el sentimiento de identidad regional, estamos, sin embargo, sobrados de dosis de chauvinismo patrio. Aquí, se dice, se vive de ‘puta madre’, nos enorgullece tener uno de los mejores climas de España, por lo que la ciudadanía vive en la calle y somos un reclamo perfecto para el turismo nacional e internacional, nuestra gastronomía es excelente (quienes así opinan se nota que no conocen la exquisita cocina de otras zonas de España), presumimos de tener un notable parque de vehículos de alta cilindrada, muchísimas familias tienen acceso a una segunda vivienda en la costa…Pero, amigos y amigas, la realidad se impone.

Llegados al fin del ciclo expansivo propiciado por el ‘monocultivo’ del sector de la construcción, ahora afloran nuestras carencias. A menos que nos acerquemos a los índices que publica el Instituto Nacional de Estadística, a los Informes del Consejo Económico y Social (CES), a estudios de las Cajas de Ahorro y otras instituciones, como los Colegios de Arquitectos y Economistas, vemos que la situación en que está inmersa la Región -sobre todo en estos momentos en que es golpeada notablemente por la crisis económica cuyo fin estamos lejos de vislumbrar- no es nada idílica. La Región de Murcia lidera el crecimiento interanual de las cifras del paro; el poder adquisitivo es el más bajo del país, con el 83,9% respecto de la media nacional; el 33% de quienes empiezan la ESO no acaban sus estudios; somos la segunda comunidad con peor servicio sanitario, según el IV Informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, que tiene en cuenta 12 parámetros como gasto sanitario per cápita, gasto farmacéutico, camas por mil habitantes, habitantes por médico general y profesionales de enfermería; uno de cada cuatro habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza; el salario bruto medio mensual que perciben los murcianos es el más bajo de todas las regiones y se sitúa en el 79,4% de la media española; la pensión media del Sistema de la Seguridad Social es de 724 euros, mientras que la pensión media en Murcia es de 638 euros; el índice de productividad aparente del trabajo es el 84% respecto de la media nacional…(Datos extraídos de http://alejandromorenolax.blogspot.com/).


Pero hay un hecho más que, sorprendentemente, no está generando un auténtico debate social y no es otro que el lamentable estado de la red ferroviaria regional. Cuando, hace unos años, en plena euforia de supuesto crecimiento económico, alguien situaba a zonas de la Región (Campo de Cartagena, Comarca del Mar Menor y la propia capital) en el vértice de una supuesta megalópolis regional que, desde Alicante, cubriría una amplia franja, por el sur, del llamado ‘Arco Mediterráneo’, nos las prometíamos muy felices. Ahora la realidad es más sesuda. Sabemos que el AVE, un tren de alta velocidad que no es precisamente la panacea en cuanto a la adecuada cobertura de la movilidad de la ciudadanía, no llegará antes de cinco años. Y a Cartagena, ni se sabe. El debate del AVE, además, oculta otras carencias. Pocas voces ponen especial énfasis en la potenciación del otro eje de comunicación ferroviaria con Madrid, el de Cartagena-Chinchilla, corredor ferroviario que debería tener desde hace tiempo completados los estudios para dotarlo de tres vías, por supuesto electrificadas (una, para mercancías y dos para un tren de velocidad alta), que nos garantizarían la conexión con Madrid, desde Cartagena, en un tiempo razonable de poco más de tres horas y que situaría a la capital de la Región a dos horas y media de la capital del Estado. Una clara apuesta por el ferrocarril es el mejor medio para eliminar la excesiva dependencia de la carretera, con su lamentable secuela de víctimas mortales, al tiempo que contribuiría al desarrollo sostenible de la Región. Pero, a la vista está, hoy por hoy la Región de Murcia es, también en el ámbito de las comunicaciones, de las más marginadas de ese Arco Mediterráneo.

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