jueves, 21 de junio de 2007

ANÉCDOTAS DE LOS AÑOS DE TRANSICIÓN EN MURCIA

Murcia, 1977
'El Debate de Canal6' reúne a los protagonistas de las primeras elecciones democráticas en la Región Diputados de UCD y del PSOE, el entonces alcalde de Murcia y el candidato del PCE recuerdan la cita

(Fuente: La Verdad)

La voz del alcalde resonó amigable y decidida, ampliada por el grande vestíbulo que flanqueaban, como aún hoy, las escalinatas de mármol blanco del Ayuntamiento de Murcia. «¿Pepe, pertenece usted a algún partido?, preguntó el alcalde. Su invitado respondió decidido: «Al Partido Comunista». A lo que añadió el primer edil: «Pues vaya usted con Dios».
Pepe acababa de ser nombrado pedáneo de Monteagudo y se convertía en el primer edil comunista desde antes de la Guerra Civil. Lo designó el entonces alcalde de Murcia, Clemente García.La anécdota llenó las páginas de decenas de periódicos en toda Europa. No en vano, la escena se produjo en 1976, en plena transición democrática, cuando ni siquiera se había legalizado -fue legal a partir del 9 de abril de 1977- aquella formación. Clemente García recordó este pasaje el martes, durante la emisión del programa El Debate, donde departió sobre las primeras elecciones democráticas, celebradas en 1977 y donde resultaron elegidos 4 diputados de UCD y otros 4 del PSOE. Junto al ex alcalde, también acudieron a este espacio de Canal 6, que dirige Joaquín García Cruz, jefe de Información de La Verdad, Joaquín Esteban, diputado de UCD en 1977; Pedro Marset, candidato del Partido Comunista el mismo año; y Francisco Vivas, quien resultara elegido en aquellos comicios como diputado del PSOE.
Los invitados recordaron una Murcia tranquila y provinciana, «un municipio con vocación de futuro y una ciudadanía serena», como aclaró Clemente García; una Murcia sin otros atascos que los protagonizados por los vecinos en Galerías Preciados o Almacenes Coy, donde se vendían vajillas a poco menos de 400 pesetas y faldas que no llegaban a las 175 pesetas. Pedro Marset, para explicar lo rápido que entonces se desarrollaban los acontecimientos, evocó aquel mes de diciembre de 1976, «cuando hicimos una sentada delante de la prisión provincial y nos corrieron a palos los grises. Unos meses más tarde, el PCE estaba legalizado».
En aquella Murcia ya se pedía el trasvase -entonces del Tajo- y el aeropuerto, que aún no ha llegado 30 años más tarde. «El empuje al trasvase del ministro Joaquín Garrigues Walker fue decisivo», recordó Francisco Vivas, quien advirtió a sus «antiguos compañeros del PSOE» que supone «una demencia oponerse a los trasvases. Murcia necesita agua y, si le sobra a otras regiones, debe venir aquí». En las tiendas de barrio, donde colgaban recios papelotes con motes y púas, podía comprarse un paquete de arroz por unas 35 pesetas y las chuletas de cordero lechal, a 340 pesetas. Sones de un pop incipiente llenaban las tímidas salas de fiestas y el cantante del momento, Sandro Giaccobe, actuaba en La Carroza, donde sólo costaban veinte duros, también de los antiguos.
Joaquín Esteban destacó durante el programa que el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno «aceleró el resto de reformas: fue la hora del cambio». Así, el calendario fue «muy claro y de urgencia. primero, la Ley para la Reforma Política, cuyo articulado ya estaba más que estudiado; luego, el refrendo de esta norma; después, la aprobación del Partido Comunista de España. Y así fue».También aportaron al programa sus recuerdos el presidente de la Región, Ramón Luis Valcárcel, el periodista de La Verdad, García Martínez, y el librero Diego Marín. Unos y otros destacaron, casi con nostalgia, el entendimiento que entonces iluminaba las relaciones de los políticos.

Un alcalde firme en su defensa de la ciudad

Clemente García, entonces alcalde de la ciudad de Murcia, enumeró en el programa que el carácter conciliador y sereno de los murcianos «permitió que se sacaran adelante proyectos como el Plan General de Ordenación Urbana» y que se mantuvieran serios debates sobre el campus universitario o el traslado de la Prisión provincial.
A Clemente, en los años que rigió la ciudad, no le tembló el pulso en adoptar cuantas medidas promovieran el desarrollo de la urbe. Clemente antepuso su dedicación y entrega a Murcia por encima de cualquier cautela política o económica. De hecho, incluso nombró personas non gratas al presidente de la Comunidad Valenciana y a su consejero de Obras públicas por «poner el semáforo en rojo a la autovía del Mediterráneo, cuya construcción se detuvo en Alicante».

Los diputados de Albacete no querían ser de Murcia

Tanto Francisco Vivas como Joaquín Esteban participaron en innumerables reuniones con los diputados y senadores de Albacete en el intento de fijar los límites de las futuras autonomías. Vivas recuerda que «nuestro deseo era que nos uniéramos, que Murcia incluye Albacete, que llegara hasta la Vega Baja y a una parte de Almería y Granada».
Sin embargo, aquellos esfuerzos fueron inútiles.Francisco Vivas asegura que «se debatió y se debatió hasta la saciedad y, al final, nos quedamos con nuestra querida Murcia. Aquellos diputados y senadores no cedieron. No hubo forma de que aceptaran nada de cuanto se planteaba sobre la mesa».

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