Los regantes se oponen al oleoducto de Puertollano en respuesta «a la insolidaridad de Castilla-La Mancha»
«No podemos soportar los riesgos de esa conducción a través de nuestras tierras mientras recibimos continuos ataques», explica Francisco del Amor
La solidaridad entre regiones ha de ser recíproca o no será solidaridad. Así lo entienden los regantes murcianos, que han presentado alegaciones contra el proyecto de oleoducto Cartagena-Puertollano (Ciudad Real) que promueve la compañía Repsol, como respuesta a lo que consideran «insolidaridad de Castilla-La Mancha» con esta región en materia de agua. Es una llamada de atención.
El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), Francisco del Amor, dio ayer a conocer en rueda de prensa el escrito de alegaciones presentado por esta organización, que dice defender la solidaridad entre regiones, pero siempre que ésta sea «recíproca».Los usuarios del trasvase piden también del Gobierno de Murcia y del Parlamento regional una respuesta similar frente a los «ataques» procedentes de Castilla-La Mancha, que para los regantes se manifiestan en el rechazo al trasvase, la petición de cerrar los envíos de agua en el 2015 y, desde hace unos días, la ley de calidad ambiental castellano-manchega.
«No es asumible»
Los regantes murcianos se quejan de que las obras del oleoducto atravesarían gran parte de los regadíos del trasvase, y aseguran que esos perjuicios serían asumibles por su sindicato si no existieran «continuos ataques» de Castilla-La Mancha sobre los envíos de agua que llegan al Segura.Francisco del Amor subraya que los agricultores de la Región no son partidarios de esta estrategia de respuesta, pero se han visto obligados a «entrar en la dinámica de la insolidaridad».En su escrito, el Sindicato de Regantes del Tajo-Segura argumenta que «no parece razonable que en esta tierra se tengan que soportar los riesgos, peligros y eventuales perjuicios que conlleva la instalación del oleoducto, que beneficia a Castilla-La Mancha, mientras que en esa comunidad se ponen todo tipo de obstáculos y limitaciones al trasvase, e incluso se pretende imponer una fecha de caducidad para el mismo».
Además, los usuarios del trasvase instan al Ejecutivo murciano y a la Asamblea Regional a que, «en una actitud de reciprocidad», aprueben disposiciones reguladoras de la explotación del oleoducto «como quiere hacer Castilla-La Mancha con el trasvase del agua».Según los regantes, si prospera el proyecto de oleoducto, Murcia debería establecer «similares limitaciones» en su uso y fijar también para 2015 una fecha de caducidad de los envíos.
A preguntas de los periodistas, Francisco del Amor confesó que no les ha resultado «fácil» adoptar esta decisión, y comentó que a consecuencia de los «ataques y provocaciones» de Castilla-La Mancha «por algún lado teníamos que reventar».
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