REGIÓN MURCIA
Tres kilómetros de playas siguen cerrados en La Manga al no ser atrapado el tiburón
Este escurridizo escualo fue avistado a mediodía frente a la playa de Arenales del Sur pero se perdió de nuevo su pista
Biólogos explican a un miembro del equipo de rescate cómo debe buscar al tiburón
Escurridizo, veloz y sano. Las personas que cuentan con la experiencia de un encuentro cara a cara con el protagonista de la jornada de ayer son muy escasas y, sin embargo, todas ellas parecen haber llegado a un acuerdo sobre esta descripción. Aún así, estas impresiones no son más que conjeturas ya que el escualo, por ahora, ha eludido a sus captores. Pese a las arduas tareas realizadas, el tiburón avistado en aguas de La Manga se resistió ayer a aparecer.
A primera hora comenzaba el dispositivo de búsqueda de este escualo a través de una patrulla, en la que trabajan conjuntamente miembros de Protección Civil y de la empresa Syahoradada. Luis Gestoso, director de Protección Civil de la Región, y el propio consejero Benito Mercader -permanentemente comunicado-, encabezaban esta búsqueda que debía a seguir la pista que la ronda nocturna había destapado.
No obstante, este animal parece no precisar de descanso y, en el momento en el que este nuevo equipo retomó las tareas, el tiburón ya había desaparecido. Nadie supo más del huidizo escualo hasta mediodía, concretamente a las 12 horas, cuando fue avistado por uno de los integrantes del equipo, frente a la playa de Arenales del Sur. "Ahora sí que me creo lo del tiburón», relata Rafael Olmos, «es muy impresionante verlo de cerca». Olmos, que logró avistar al animal desde la moto acuática que portaba, fijó en metro y medio la talla del animal y precisó que éste debía de estar muy sano, porque se movía a grandes velocidades. La embarcación encargada de la búsqueda se acercó hasta la zona en la que el tiburón había sido visto por última vez. Un equipo de La Verdad logró acompañar a esta lancha en sus tareas de vigilancia, sin lograr avistar en ningún momento al escualo. Éste no volvió a aparecer.
Lo cierto es que el tiburón, con sus escasas apariciones, ha logrado tanto acrecentar la curiosidad de los centenares de curiosos que ayer se agolpaban en la orilla, como avivar la leyenda que ya comienza a construirse en torno a su figura.
Precisamente es alrededor de su perfil donde parece que brotan más incógnitas. ¿Cómo es realmente este tiburón que consigue desatar tal alerta a su paso? Este escualo puede medir entre un metro o metro o medio, como valora Luis Gestoso, o más de dos metros y medio, como algunos bañistas aseguran. Setenta centímetros de anchura es, en cambio, la hipótesis más común entre los que aseguran conocer su identidad. Alejandro Bayón, director del centro de recuperación de fauna salvaje de El Valle, que está participando activamente en las tareas de búsqueda del tiburón en aguas murcianas, no se atrevió, en la tarde de ayer, a precisar la especie exacta que surca la costa murciana, aunque debe ser «una tintorera o un marrajo». «Nuestra máxima prioridad ahora es sacar al tiburón de ahí», señalaba contundente. La captura del animal, en el caso de que se produjera, «intentaría provocar el mínimo estrés al tiburón», para juzgar si éste sufre de alguna dolencia. En el caso de que este examen diera positivo, «extraeríamos de inmediato al tiburón del medio marino». La hipótesis deseable de que este animal esté sano concluiría con el traslado del tiburón mar adentro, en el interior de una jaula especial. Por el momento, las tareas de búsqueda de este escurridizo escualo seguirán activas y en el día de hoy, en tres kilómetros de playa de La Manga parece que seguirá ondeando la bandera roja. Mejor prevenir que lamentar.
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