(Fuente: Vegamediapress)Pedro y Violante, un matrimonio de huertanos de pura cepa, han tenido finalmente que abandonar esta semana su casa en la Senda de Granada. Así lo sentenció el Tribunal Superior de Justicia, que dio la razón al ayuntamiento de Murcia. Toda una vida en plena huerta murciana, que ahora han dejado, con pena, para vivir de momento, en casa de sus hijos.
Los ancianos no se negaban a dejar su hogar de siempre, pero pedían a cambio otro rinconcico en la huerta murciana, donde poder entretenerse en su merecido retiro cuidando animales y entre el verdor de los limoneros y el olor a alábega. No ha podido ser. Aunque nos consta que el ayuntamiento lo ha intentado. Miembros de Murcia No Se Vende, alguno ataviados con el traje típico huertano, acompañaron al bueno de Pedro en su adiós a la huerta. Toda una vida que pasa a la memoria, por orden de la autoridad.
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